Había ido a una fiesta para quedarme solo, traté de entablar
conversación, pero mi espíritu de rechazo hizo que renegara de mi equivocación.
Pensé en no ir con ropa de moda, así que fui todo de negro. Un tipo se me acerco y me
dijo: “¿acaso vienes de un velorio?”, No tenía respuesta, lo quede
mirando, me puse nervioso y sonreí. Para mi buena suerte él se fue.
La verdad es que fui con ropa negra para verme más esbelto y
tener mejor imagen.
Seguía de pie en un rincón, bebiendo cerveza espumosa en un
vaso de plástico que tanto contamina al planeta. Seguía sintiendo tan
inadaptado como siempre en las fiestas llenas de gente que tenían montones de
amigos.
Todos ellos en plena faena de conversación, en cambio yo me sentía solo, era una estrella distante en el medio de la noche oscura.