La penumbra me acompaña por estos días, pues la rutina me está aburriendo un poco. Al principio era
bueno dedicarme lo que hago ahora, pero luego tratar de exprimir mi cerebro para generar ideas me
causa malestar, siento que se mueve como si tuviera un alien y creo que
en el futuro, pensar mucho, me puede causar un cáncer terminal.
Pensaba que estos días iban a llegar con mucha gracia y romanticismo al
inmenso caudal de sentimientos desordenados que tengo, pero no tengo
motivación alguna. Más bien lo que necesito es ver formas
extrañas en el aire, oir carreras locas de autos, risas de chicas despreocupadas y alucinar conversaciones
criminales entre ladrones de autos. Lo que últimamente me ha estado alegrando es ir biblioteca de mi universidad a leer y luego ver una película en el cine.
En
fin, espero cumplir con mis sueños que tenía al empezar este trabajo que tengo actualmente:
sentirme joven, lleno de bellos ideales y limando muchas ideas hasta
convertirlas en diamante.
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