Hace unos días en lo más profundo de la noche, en el sueño,
una voz dice de pronto sin palabras: “algo me ha sucedido”. Me despierto dentro
del sueño, trato de dormir otra vez y no sé si es algo bueno o una catástrofe
va a venir. "Algo me ha sucedido" digo una y otra vez, entonces pienso tal vez
esté muerto y me he despertado al otro lado de la calle (la muerte). Al abrir
los ojos tengo miedo y mucha preocupación
por tratar de aprovechar cada momento de mi vida y hacer las cosas bien, pero
luego me acuerdo que estoy en lima, hace un calor insoportable, tráfico de mierda,
contaminación e intolerancia.
Hoy es domingo y realmente me gusta, porque siempre
salgo a montar bicicleta a respirar el aire húmedo de verano y disfrutar de
los encantos que da la noche, nada perturba la huida rectilínea de la avenida
primavera hacia Miraflores. Son las nueve de la noche, las calles están
desiertas, todavía algunas luces de autos. Manejo, disfruto, me muevo y miro.
Estoy aquí y siento que la calle es mía y que estoy aprovecho este momento.
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