lunes, 29 de diciembre de 2014

La peor manera de despedir el año



Angustia de fin de año,
la extirpación que genera el medio urbano,
síntesis del modernismo,
en una ciudad como lima, tan violenta y salvaje,
nadie puede pertenecer a nada.

El hombre ya no domina la hora ni el tiempo.
El mundo moderno también ha desvirtualizado nuestros ritmos de vida.
La angustia ahora domina el tiempo, las personas piensan que van a llegar tarde,
que no pueden dormir, que no van a ser exitosas.
La hora y el dinero se imponen, todo es decretado por normas de anónimos,
el tiempo condena, ¡apúrate que no vas a ser exitoso! 
El tiempo se nos escapa, el tiempo se impone,  no se va a reproducir,
nos dice que la vida tiene que ir rápido, y si te demoras, te vas a quedar vacío.



Palabras tristes, lo siento,  no sé si estoy violando alguna regla de gramática, orden y de redacción, tan sólo quiero hacerles recordar que mis palabras son indisciplinadas y salvajes. Si bien, desde hace tiempo he estado escribiendo cosas lindas para una chica, por ser fin de año me siento muy angustiado. 

Actualmente me siento agredido: presión cotidiana vinculada precisamente con la necesidad de luchar contra el tiempo, así la vida se me complica un poco.
(No siento angustia, se me fue, estoy normal)

Las tensiones generan estrés, pero luego viene la ansiedad: el miedo de no encontrar trabajo, el de no terminar un proyecto, el de pensar cómo será tu vida adulta si no aprovechas tu juventud, el de verse disminuido en la lucha de sobresalir en esta competitiva, hacen que me preocupe constantemente. 

El miedo acumulado nutre la enfermedad, y a la vez, se establece un círculo sin fin que poco a poco encierra al individuo en un ciclo nefasto de angustia, pánico y depresión(es lo que siento actualmente) 

¿Hay esperanza? Claro que la hay, tengo que identificar qué causa mi angustia (ya la tengo) y cómo puedo vivir con ella (la estoy buscando) 

(volvió y se me fue la angustia, ahora voy a salir a caminar y escuchar música, eso me pone feliz)


sábado, 27 de diciembre de 2014

La ansiedad en este 2014

Los ataques de pánico para mí son algo verdaderamente traumatizantes y agobiantes. Este año los he experimentado y pienso que no voy a encontrar ningún tipo de solución. Normalmente empieza con una pequeña alteración física, especialmente en mi respiración y siento como en ese momento me voy a ahogar, en una fracción de segundo se me viene a la mente pensamientos irracionales que me voy a morir asfixiado, a pesar que hace dos segundos estaba yo perfectamente bien. Después sigue una sensación que tengo que caminar y me siento alerta o nervioso.

Los ataques de pánico y de angustia los he estado viviendo por estos dos últimos años, pues coincide con mis preocupaciones acerca mi futuro. Si bien durante toda mi vida no he tenido este tipo de problemas, según lo que leo en los libros acerca de la ansiedad, comentan que un 15% de la población mundial experimenta una especie de ataque de angustia.

Los síntomas comunes que sufro en una crisis de angustia son: período de miedo o incomodidad. Esto es causado por un problema físico que se relaciona con una sensación de asfixia. Asimismo, siento agitación, dolor en el pecho, incomodidad, malestar abdominal y inestabilidad (me tiemblan las piernas). La mayoría de estos síntomas se calman después de 10 minutos.

Según lo que leo, en el peor de los casos, se puede desarrollar una sensación de fobia que parece que se está desarrollando en mi. Por ejemplo, cuando me siento en departamentos ubicados en pisos altos o cuando vuelo en un avión, siento ansiedad y posteriormente siento mucha angustia porque tengo miedo a las alturas.

Finalmente, considero que la mejor manera de solucionar estos problemas relacionados a la angustia es entender bien qué me causa esa ansiedad y luego desarrollar un enfrentamiento progresivo de lo que me causa miedo, pues es importante convivir de la mejor manera con mis miedos, ya que tener ansiedad o angustia no tiene nada de malo, es parte natural de nuestra existencia como seres humanos.